Víctor está determinado a desconectar la peligrosa Máquina. Si para ello ha de invadir los sueños del resto de los vecinos de su edificio no se lo pensará dos veces. Pero esta vez el enemigo ha ido mucho más allá de lo esperado, su crueldad y determinación puede costar vidas por lo que Víctor tampoco se andará con remilgos a la hora de hacer lo que sea necesario cueste lo que cueste.