jueves, 3 de octubre de 2019

Four Last Things

En el inicio de todo Dios creo la Tierra, y se sintió satisfecho. Ante esa gran obra Nuestro Señor decidió crear al Hombre, y pensó, vaya idiotez acabo de hacer. Esta es la historia de un hombre que, en el final de su madurez, desea expiar todos sus pecados antes de que sea demasiado tarde. Por desgracia debido a reglas absurdas, deberá cometer de nuevo los 7 pecados capitales para obtener la absolución eclesiástica.




INFORMACIÓN DEL JUEGO
Año: 2017
Género: Comedia con tintes mordaces
Perspectiva: 3ª persona, point & clic
Idioma: Sin voces, textos en inglés, existe una traducción al español
Plataforma: PC, Android, iPad, iPhone

Lo mejor. Comedia alocada con regusto a los Monty Python. Sublime aspecto gráfico usando cuadros reales de la época renacentista. Banda sonora acorde a la época y tema.

Lo peor. Corto. Carece de voces, aunque no es que importe demasiado. No siempre tenemos claro qué hacer.

CONTROLES

Jugabilidad. Todas las acciones las realizamos con el botón izquierdo del ratón, inclusive pasar los textos. Con doble clic corremos. El juego cuenta con guardado automático de partidas, no cerraremos el juego sin ver antes el icono de una cabeza girando que aparecerá en la parte superior derecha de la pantalla.

Al pulsar en un objeto/lugar/personaje con el que deseamos interactuar aparecen 3 iconos de acción. El Ojo es para Examinar, la Boca para Hablar, y la Mano tiene las funciones de Coger/Aplaudir/Abofetear.

Inventario. Se muestra situando el puntero en la parte superior de la pantalla. En esa franja contamos también con el acceso al Menú.

Diálogos. En forma de frases, hacedlas todas siempre que se pueda. Aunque en ocasiones sólo permitan escoger una, no incide en el desarrollo de la aventura.

Traducción al español. Desde Abandonsocios podéis descargar el parche para jugar la aventura en español. No cuesta nada de paso agradecer el esfuerzo y trabajo es algo que levanta la moral a quienes dejan horas sin nada a cambio en esto.

http://www.abandonsocios.org/index.php?topic=16876.0

LOS SIETE PECADOS CAPITALES

Empezamos la aventura en el inicio de todo, con Adán y Eva en el Jardín del Edén. Junto a ellos, Dios insiste una y otra vez que comer manzanas está prohibido al tiempo que Eva pincha a su compañero para que coma una. Tal y como indica la Biblia, comeremos una manzana del árbol con el icono de la boca. Cambiamos de época, al despertar nuestro protagonista muy asustado por el sueño que acaba de tener. Corre desesperado hacia la parroquia y pide confesión y absolución de sus pecados al par de obispos de la puerta.


Lástima que haya un ligero contratiempo, al haber sido cometidos los pecados en otros distritos y parroquias diferentes a éste. Cae fuera de su jurisdicción, es imposible ni confesión y mucho menos absolución. Claro que mediante un, digamos, pequeño tecnicismo sería posible hacerlo. Se trataría de volver a cometer los 7 pecados capitales aquí, en su ciudad. Al inventario pasa una papel con la lista de los pecados y una anotación más en el margen inferior. Si lo deseamos podemos charlar con la gente de la fila y abofetear a alguno que otro de los presentes.


Nos vamos por la izquierda de la pantalla apareciendo arriba de la montaña. En la derecha, sentado en el borde, vemos a un hombre concentrado en escribir. Es un poeta. Hablamos y pedimos un poema. Lo siente, no acepta encargos. Él únicamente escribe por inspiración. En caso de que encontremos algo que le emocione escribirá sobre eso. Ajá, ¿y a ti que te inspira hijo de mi corazón? Pues lo normal, la belleza de la creación de Dios y mujeres hermosas. Andamos hacia la izquierda de la pantalla.


El anciano de la miserable casucha y los músicos sobre el huevo no aportan nada. Un par de pasos más allá observamos a un grupito practicando una trepanación a un hombre, ugh, por Dios. Al hablar con ellos sabremos que son patrocinadores de Kickstarter. Bajamos la vista al suelo al otro grupo de hombres tumbados bajo el árbol. Al lado de éstos hay una jarra vacía, la cogemos. Hablamos con el grupo de hombres tumbados, cuando preguntemos si podemos unirnos a ellos, y nuestro protagonista se estire junto a éstos, debemos permanecer sin hacer absolutamente nada durante unos 20-30 segundos.


Pasado ese tiempo, aparecerá una especie de ruleta anunciándonos haber cometido el primer pecado, PEREZA. Si nos molestamos en mirar la lista del inventario, comprobaremos que se ha tachado. Pulsamos en pantalla para levantarnos y entramos a la ciudad al fondo recto por debajo de la arcada. Aparecemos en una plaza. Nada más entrar en ésta, a nuestra derecha tenemos una ventana blanca y escrito sobre ésta pone “Mirar aquí”. Nos asomamos. En el interior una vemos una hermosa mujer estirada en un diván.


Cuando intentamos hablarle nos corta la vista una matrona de armas tomar. Andamos al centro de la plaza. Miramos la estatua, a los clientes de la terraza de la taberna y hablamos con un par de ellos. El de la chaqueta azul se le nota que se ha pasado ya con las pintas de cerveza. Entramos a la taberna. Hablamos con el hombre de pie y una pipa en la mano. Apenas intercambiamos una frase, obtendremos el pecado ENVIDIA. Junto a la escalera hay un barril de cerveza, rellenamos ahí la jarra del inventario.


Salimos a la plaza y andamos hacia el lado derecho. Aquí tenemos un par de caminos, pero primero, cogemos de encima de los barriles en primer plano un martillo y un cincel. A continuación prestamos atención al puesto de verduras. Miramos y tocamos el género pero la mujer se cabrea. Como no tenemos dinero, nos mostramos arrepentidos y no tener más opción… Se apiada y nos dejará coger algunos vegetales. Aunque también podemos esperar a tener dinero y comprarlos. Hay caminos a ambos lados del puesto de verdura.


Da igual el camino escogido primero, simplemente descubrimos cosas y tareas en orden diferente. Opto por internarme por el callejón de su izquierda. Vemos a un músico tocando el laúd y a un herrero. Con el herrero podemos hablar y pedir que nos afile el cincel. A falta de dinero con el que pagarle, o bien esperamos a más adelante que ganaremos un montón de pasta, o bien podemos “pagar” los servicios realizando un bailecito estúpido el cual hará sonreír al herrero.

En esta calle tenemos tres puertas por las cuales entrar y una ventana para asomarnos. Empecemos por acceder por la puerta de la casa detrás del herrero. Dentro está la consulta de un médico. El pequeño mono de la entrada no nos deja pasar más allá de la puerta. Lo solucionamos dándole las verduras del inventario. Miramos los dos tarros y botellín de veneno que hay sobre un taburete y a continuación hablamos con el médico. Queremos que nos de algo de medicación, sin embargo el hombre se niega aludiendo que sus medicinas son únicamente para gente enferma de verdad.


Por lo que a él respecta, nosotros estamos muy sanos. Salimos a la calle. Detrás del músico que toca el laúd hay una ventana, nos asomamos. Vemos una alegre reunión de gente y a un abogado redactando documentos. Desde esta perspectiva nada podemos hacer excepto llevarnos el laúd de la ventana. La finalidad del instrumento es simplemente usarlo con el músico de afuera realizando una Jam Session que da un Logro. O bien, usar el laúd en la gente para tocarles algo, pero poco más.


Para acceder al interior de ese cuarto, dejamos la ventana y entramos por la puerta de la valla de madera. Charlamos con el abogado. Sabremos que ese grupo tan alegre acaba de heredar una buena suma y patrimonio de un familiar fallecido el cual les importa tres pimientos. El avispado abogado, tiene intención de alterar los papeles para quedarse con una buena tajada del patrimonio. En caso de ayudarle obtendríamos gran ganancia del asunto, sólo hay que traerle cierto permiso oficial.

Salimos a la calle, y entramos justo por la puerta al lado de esta. Allí vemos a varios funcionarios rodeados de papeles y ocupadísimos con su labor. Probamos hablar con los funcionarios y el Jefe de éstos, pero el capullo arrogante de la esquina derecha no cesa de impedirlo. Nada pues, hablemos con él. Su cargo es de Ayudante del Jefe de funcionarios, y uf, están hasta los topes de faena como para molestarse en proporcionarnos el documento que buscamos.


Hablamos con el tipo cerca de la salida con sombrero negro, calvo y de pinta sospechosa. Él sí puede darnos lo que queremos pero no sin antes dar la respuesta a un acertijo. Para saber a qué se refiere le decimos querer resolverlo. Con los datos que ofrece, no tenemos puta idea ahora mismo. Podemos probar suerte entre las respuestas que tenemos, o bien, mejor esperar e ir dentro de un momento al lugar en donde lo averiguaremos. Retrocedemos a la plaza y  nos aventuramos a cruzar la arcada a la derecha del puesto.


Aparecemos en otra calle que da al río. Miramos a los pescadores y la cesta de pescado que tienen junto a ellos. De esa cesta podemos coger un pescado, pero la verdad, yo no llegué a utilizarlo en ningún sitio. A la derecha, al lado del puente, hay un pintor ciego que realiza retratos previo pago, y una especie de concurso de comer pasteles. También pagando. Mientras que en el concurso no hay nada que hacer sin tener dinero, al pintor podemos engañarle en caso no tengáis paciencia hasta que el abogado suelte la pasta.

Si optáis por timar al pobre ciego, al hablar con él y pedir un retrato le diremos que ya hemos pagado (ya sea en la lata o su bolsillo), y luego nos inventamos una excusa de por qué no han hecho ruido las monedas. Una vez nos sentamos, hay que pedirle dos retratos distintos, cada uno servirá para un pecado. O sea que para el segundo o le engañamos con el mismo método o esperamos a poder pagarle, no me seáis miserables. El primer retrato será del protagonista así que responderemos a sus preguntas escogiendo siempre la 1ª frase.


El segundo retrato es de la hermosa mujer que vimos en la ventana de la plaza, con lo cual las frases de respuesta serán: 2, 3, 1, 4. Una vez los tenemos, hablamos si lo deseamos con el Rey de los pasteles, pero como digo, a éste sí le tendremos que pagar para poder participar. A la derecha del todo de la calle, en el edificio del fondo donde vemos unos hombres vestidos de negro, se encuentra el museo. Entramos allí. Tenemos la libertad de curiosear los cuadros, aunque el que nos interesa es el de La Maja Vestida de Goya situado en la esquina derecha del lugar.


Pegamos el cambiazo de ese cuadro por el cuadro de la chica que nos hizo el pintor. De paso, en este lugar está la solución al acertijo planteado por el tipo de la oficina de funcionarios. Al lado de la ventana, por encima de la mesa, hay un retrato cuyo rostro nos resultará extremadamente conocido. Efectivamente, es el rostro de nuestro protagonista, por tanto la respuesta al acertijo es JACOB VAN UTRECHT. Dejamos el museo, retrocedemos a la plaza y nos metemos en el callejón.

Entramos a la oficina de los funcionarios, damos al tipo la respuesta y conseguimos el documento que queríamos. Vamos a ver al abogado, le entregamos el documento y él a su vez nos dará una indecente cantidad de monedas. Con este acto conseguimos el pecado AVARICIA.  Al poseer dinero, en caso de no haber querido timar a nadie, ya podemos pagar al herrero y al pintor. En cualquier caso, teniendo en nuestro poder el retrato nuestro, vamos a la plaza y pulsamos en la estatua escogiendo cambiarla por nuestra propia imagen.


El motivo de esto es conseguir el pecado de SOBERBIA al alterarla. Tal cosa no será posible sin tener el cincel afilado o poseer un retrato nuestro hecho por el pintor porque el protagonista desconoce que pinta tiene. Usamos entonces el cuadro, el martillo y cincel en la estatua y escogemos nuestra apariencia. Vayamos a por otro, con el retrato de la Maja Vestida en nuestro poder. Iremos en busca del poeta, le mostramos el cuadro y escribirá un poema erótico. Se lo cogemos y volvemos a la plaza.


Miramos por la ventana blanca de la hermosa mujer a quien le damos el poema, obtendremos el pecado de la LUJURIA. Quedan únicamente dos pecados por tener para completar la lista, y ambos se consiguen ganando al Rey de los pasteles junto al puente del río. En la plaza, en caso no lo hiciéramos antes, debemos rellenar la jarra del inventario en el barril de cerveza del interior de la taberna. Le ofrecemos la cerveza al hombre beodo de la chaqueta azul sentado fuera del local.


Estemos atentos, porque en cuanto diga que se va a mear, le seguiremos corriendo (doble clic) hasta el callejón del herrero. Allí sin perder tiempo, llenamos la jarra del inventario en el chorro de la meada del amigo. Tenemos tiempo limitado, en caso no os de tiempo, volved a ofrecerle más cerveza. A continuación vamos a la consulta del médico al que le mostramos los orines de la jarra. Eso permitirá coger los 3 medicamentos del taburete. Se trata de un supresor del apetito, una poción de amor y un botellín de veneno.

Hora de ir con el Rey de los pasteles. Le pagamos con el dinero del inventario, y empezamos el reto. El tiparraco es demasiado rápido para nosotros y perdemos sin remedio. Habremos de engañarle. Le hablamos y escogemos la frase que hará que se gire dándonos la espalda. En su pastel le pondremos el veneno. Aunque tenemos el supresor de apetito y la poción, ninguna de esas cosas le hará efecto. Empezamos el reto, el Rey vuelve a ganar, pero muere pocos segundos después. Eso nos concede el pecado de la IRA.


Sin movernos de sitio, examinamos la pila de pasteles del suelo. Podemos coger uno si lo deseamos. Pero lo que en verdad debemos hacer es usar el icono de la boca 6 veces y así comernos los pasteles. Tras el sexto saltará el pecado de la GULA. Listo, lo hemos conseguido, hemos cometido los 7 pecados capitales. Iremos a la parroquia a decírselo a los obispos. Entramos al edificio. Vemos una enorme y lujosa nave cubierta de gruesas columnas. Apoyada en una de ellas hay una mendiga.


En este punto podemos hacer dos cosas, o bien le regalamos absolutamente todas nuestras posesiones o no le damos nada. Tal acción no cambia el final, pero sí tendremos una explicación extra dentro de un momento. Darle solo una parte de las posesiones a la mujer es lo mismo que no darle nada. Avanzamos hacia la derecha y veremos al venerado Pedro sentado en un trono, nos acercamos a él. No entendemos una puta mierda de lo que dice, menos mal que la persona a su lado se digna a traducir sus palabras.


Seleccionamos todos los pecados cometidos, y las dos siguientes preguntas respondemos como nos de la real gana. Pedro perdonará cualquier falta que hayamos cometido si probamos la fe que tenemos en Dios. Como perfectos idiotas, aceptamos. Aquí es cuando, el tipo estirado en los escalones, ofrecerá una explicación de lo gilipollas que somos sólo en caso de haber dado todo lo que llevábamos a la mendiga. En caso contrario, apenas soltará una frase haciéndonos saber que la hemos cagado y punto.


En la siguiente escena estamos en lo alto de un acantilado. El puto salto de fe es un salto de verdad. Al vacío. Me cago en sus muertos. Hablamos con los obispos, quienes no ceden un ápice en permitirnos marchar. Hablamos a las nubes, implorando al Cielo ayuda, mandándoles a tomar por culo, nada, que pasan de nuestro careto. Queda únicamente lanzarse al vacío. Ni que decir tiene, que al ser una muerte por suicidio, y no tener una absolución realmente, iremos directos al Infierno.


La única acción disponible es pulsar en el pedrusco del suelo que tenemos delante. Iremos picando una y otra vez hasta que salgan todos los créditos. Tras éstos, continuamos picando la piedra. La pantalla se irá oscureciendo, seguimos hasta que quede totalmente negra. Unos segundo después el juego finaliza.


Guía realizada por Chuti.

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