Tras la pérdida de su hermano y de la Directora Davies en el capítulo anterior, la agente del FBI Erica Reed se enfrenta a un nuevo caso plagado de espeluznantes circunstancias. Un asesino mata y mutila a sus víctimas sin compasión. Cuando ese mismo asesino secuestra a uno de los compañeros de Erica, la investigación se convierte en una carrera contrarreloj para salvarle la vida.